¿Acaso los ojos de Paula eran decorativos? Cómo podía decir cosas tan absurdas.
La expresión en los ojos de Ana cambió varias veces mientras mentalmente etiquetaba a Paula como "retrasada".
Selina no respondió de inmediato. Examinaba de un lado a otro a Ana y Tadeo —ambos con excelentes cualidades físicas que, juntos, no desentonaban en absoluto. Pero incluso así, ¿realmente había algo tan indecente como Paula sugería? Más que una pareja, Ana y Tadeo parecían más bien hermanos.
Selina reflexionaba. No sabía si era su imaginación, pero tenía la impresión de que había cierto parecido en sus rasgos faciales.
Al ver que nadie reaccionaba, Paula se impacientó.
—¡Selina, tienes que ayudarme!
Selina se encogió de hombros con resignación.
—No puedo hacer nada, Paula. ¿Qué pruebas tienes para afirmar que su relación es inapropiada?
Paula quedó desconcertada ante la pregunta. Balbuceó durante un rato sin llegar a ninguna conclusión concreta. Todo se basaba únicamente en sus sospechas.
No podía m