Cerca de las siete subió.
Carolina estaba despierta.
Al verla regresar, se apresuró a salir del chat de WhatsApp.
Rebeca dijo en un tono casual, como si no lo vio: —Ve a lavarte y a cambiarte.
—¡Sí!
Rebeca retomó sus cosas y se disponía a bajar con su bolso cuando vio a Juliana a punto de recoger el pijama que se había puesto la noche anterior para ir a lavarlo.
Le dijo: —Tíralo, no hace falta lavarlo.
Diciendo eso, añadió: —El resto de las cosas también, por favor, tíralas por mí, no creo que las use más.
Su divorcio debería finalizar pronto.
En el futuro, aunque se reuniera con Carolina, no volverá por aquí y mucho menos se quedará a dormir.
No usará ninguna de estas cosas más.
Y no quería llevárselas.
Rebeca y Logan habían tenido problemas como pareja.
El hecho de que Rebeca apenas regresó en los últimos dos o tres meses había señalado la posibilidad de que la pareja había llegado al final de su relación.
Logan ordenó recoger las cosas de Rebeca a principios de mes, y eso ya lo indi