Amanda seguía observando cómo esa mujer se acercaba simulando estar en cámara lenta como las películas.
-Cariño te ves muy guapo esta noche- Rebeca intentó acariciar el rostro de Walter, quien miró esas uñas monstruosamente largas pintadas de rojo
-No quería ser opacado por la belleza de mi futura esposa- Le dió un beso en la comisura de sus labios a Amanda que parecía haberse quedado muda
-¿De verdad te casarás con... ella? Uhmmm parece tu sobrina- Aquello molestó a Walter quien miró a Amanda avergonzada y nerviosa
-No soy su sobrina señora, seré su esposa. Aún usted me parece muy joven para tener problemas de audición, pero tal vez una visita al médico pueda descartar algún problema serio- Amanda fingió seguridad, una que estaba muy lejos de sentir. Todo en su interior se agitaba y temblaba de nervios
Amanda jamás había sentido tal adrenalina, pero saber que Walter dependía de ella en ese momento y que todo eso era por el bien de su hijo, hizo que no midiera las consecuencias ni