-Vamos, no seas cobarde. Hablas más con Paty luego de meses sin verse de lo que hablas conmigo siendo que vivimos juntos- Lautaro la apuró con impaciencia
-Si quiero eso. Ya lo dije, ¿Feliz?- Se cruzó de brazos avergonzada y enojada a partes iguales
-Si, feliz. Ni creas que soy idiota Rebeca, pero mientras sigas mirándome del modo en que lo haces yo no acabaré por acercarme a ti. No es lindo intentar todo contigo pero que luego me trates despectivamente porque soy un secretario sin apellido importante- Se acercó despacio y ella pareció bajar sus defensas
-¿También vas a comprometerte conmigo y todas esas cosas cursis?- Lautaro la miró y sonrió
-Si tu quieres un final así no veo razones para no hacerlo. Aún no nos matamos y ya estamos aprendiendo a estar juntos. Se que tu quieres eso y también deseo que nuestro hijo nos tenga a los dos establecidos y no dando vueltas como estamos ahora- Rebeca sonrió sin poderlo evitar
-Creí que te gustaban solo las mujeres naturales- Recordó aquellos