Amin Houssen
Vuelvo a la realidad con ella sujetándome la polla y no puedo resistirme una vez más a su tortura y doy un gruñido cuando siento su lengua deslizándose por ella.
- Ki...
Intento hablar más entonces ella me la chupa llevándome a un placer extremo: - ¡Urhhhhhhhh! ¡Me las pagarás atrevido!
Ella acelera. - ¡Urhhhhhh!
Mientras hace esto sigue penetrando el vibrador dejándome salvaje.
Nunca me había sentido así, ninguna mujer me había hecho esto, incluso en mis prácticas de sadomasoquismo con las concubinas y mujeres que he tenido nunca he dejado que ninguna me sujetara.
Aunque a esta atrevida no se lo dejé hacer, aprovechó que estaba durmiendo, después de la noche que tuvimos estaba muy cansado y por supuesto fue la única que lo hizo.
A pesar de no tener experiencia su entrega y la rapidez con la que aprende me vuelve loco de tanta calentura y cada día más adicto a su coño.
No para de chupar, morder y volverme loco si eso es posible. Sus gemidos por la vibración son contenido