Lucas se despertó en mitad de la noche y encontró a alguien de pie en medio de su habitación, justo frente a su cama. Estaba oscuro y no podía ver bien. ¿Sería aún el efecto del alcohol? No, aunque aún sentía un terrible dolor de cabeza, ya estaba completamente sobrio, estaba seguro de haber vuelto a la normalidad. ¿Dónde estaba la mujer con la que se había acostado antes de desmayarse? Ya no dormía a su lado; en su lugar, pudo distinguir una silueta oscura de pie al otro extremo de la cama.

Así que debía estar soñando, o estaba viendo cosas, pensó. Se frotó los ojos mientras encendía la lámpara de su mesita de noche para ver bien quién era.

Cuando lo encendió, se congeló al ver a Susan parada allí con una sonrisa maliciosa.

¿Quién eres? Intentó hablar, pronunciar las palabras, decir algo, pero no pudo. Sentía como si se le hubiera trabado la lengua. Intentó moverse, pero tampoco pudo; simplemente la miraba fijamente. ¿Quién era? ¿Qué tenía en mente? ¿Qué le iba a hacer? Se preguntó.