***HACE DIEZ AÑOS***
Lucas, de 22 años, acaba de despertar de una extraña pesadilla, no podía recordarla, pero cuando vio a la hermosa morena que dormía a su lado, su recién casada esposa, Amelia, se olvidó por completo mientras recordaba su relación sexual de la noche anterior y sonrió.
La puerta de la habitación se abrió de golpe y un niño pequeño, de unos tres años, entró y corrió a la cama de sus padres.
¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! ¡Ya te despertaste, yay! ¡Ahora podemos salir a jugar! ¡Hoy puedes venir conmigo al parque, papi! Bambi, el hijo de Lucas, brincaba en la cama con entusiasmo.
La perturbación de Bambi despertó a Amelia, quien siempre se pregunta cómo su hijo logra escapar de su cuna de madera.
“Ya basta de saltar, Bambi, deja que papá duerma, tiene un viaje que hacer hoy”.
Bambi frunció el ceño. "¿Entonces papá no podrá volver a jugar conmigo hoy?"
Lucas dejó escapar un suspiro y tomó a Bambi en sus brazos, triste por decepcionar a su pequeño una vez más.
Lo siento, Bambi, pap