— Hola cariño…
Los ojos de Desmon se había llegado a levantar para observar a la mujer frente a él, aquella que le sonrió con coquetería, mientras terminaba de cerrar la puerta
Y darle una sonrisa tranquilla y llena de lo que parecía ser amabilidad, aquella mujer sí que era bastante curiosa
Más cuando camino hacia él con aquellos zapatos rojos que tanto odiaba y lo observo con un cariño y suavidad, lo observo como si fuese el par de zapatos horrible que le gustaba colocarse
Como si fuesen una pareja de años, como si ella fuese, no más que la mujer que lograba llenarlo por completo
Lo observaba como si él fuese de su propiedad, algo que no hizo más que fastidiarlo y llena de un terrible sentimiento de rechazo
—Roma… ¿Qué haces aquí? ¿Por qué entras sin presentarte? Y más importante ¿Por qué estás dañando la hermosa vista que tenía de hace unos segundos? Sin contar con esos horribles zapatos de verdad odio el ruido que causan, son asquerosos
Ella observa hacia atrás, además de las palab