Luciana, al ver que estaba tomando mucha agua, intentó zafarse de Olivia y salir a la superficie, pero al hacerlo, notó cómo su cuñada se aferraba a ella y le dedicaba una sonrisa cínica.

Ambas comenzaron a quedarse sin aire bajo el agua. Fue entonces cuando Olivia, ya sin fuerzas, la soltó, y cada una logró salir a la superficie por su cuenta.

En ese instante, Luciana vio a su esposo y a Matías lanzarse al mar para auxiliarlas. Sintió alivio, ya que había tragado mucha agua y no sabía si podría nadar sola hasta el yate, que ya se encontraba bastante lejos.

Pero su emoción duró poco, al ver que tanto Matías como su esposo nadaban en dirección a Olivia.

En ese instante, Luciana comprendió que, aunque su cuñada estaba completamente desequilibrada, tenía razón en algo, pues para su esposo, ella no significaba nada. Ya que siempre iba a preferir a Olivia por encima de ella.

Y aunque ese momento le dolía como nunca antes, debía aceptar que para esa familia ella no era nadie. Debido a que l