Maximiliano, en ese instante, recordó cómo ella estaba vestida aquel día, y su maquillaje era aún peor. Al traer esa imagen a su mente, no pudo evitar reírse a carcajadas mientras decía:

—Y sí que lograste disgustar a mi madre.

Luciana, que ya había decidido darle una nueva oportunidad a su matrimonio, lo miró con seriedad y dijo:

—Quiero que comencemos de nuevo, y esta vez que sea diferente... que no haya secretos entre nosotros.

Además, debe haber confianza entre ambos, porque una buena relación se basa en eso: en la confianza que exista en la pareja.

Maximiliano la abrazó con fuerza, conmovido por sus palabras, y estuvo a punto de contarle sobre el embarazo de Olivia, pero se detuvo. Pues se volvió a decir que este no era el momento indicado, ya que no quería arruinar el ambiente que apenas comenzaban a construir entre ellos.

Sin embargo, lo que sí se atrevió a contarle fue sobre la muerte de su padre, quien se había quitado la vida pocos días después de que él asumiera como el nu