Capítulo 146. Quedar inválido
Después de saber la verdad, Luciana solo dijo:
—No quiero que tu familia sepa que yo soy la verdadera Lucía.
En el fondo, aún se sentía dolida al recordar cómo la desecharon, apenas pensaron que habían encontrado a su verdadera hija.
Axel se quedó en silencio, sin palabras que decir, pues sabía que su hermana seguía lastimada por lo que le habían hecho, y desde aquel suceso nunca más la escuchó decir nuestra familia; siempre hablaba de ellos como tu familia.
Y ahora no sabía cómo hacerla cambiar de parecer, y la verdad era que su familia se lo merecía, sobre todo su abuela, quien jamás la quiso y lo dejó en claro al entregarle el doble de acciones a Olivia, cuando apenas apareció diciendo que era su nieta.
Aunque Luciana nunca lo manifestó abiertamente, Axel podía verlo: seguía herida por el trato que recibió por parte de su familia, ya que por más que intentó ganarse el cariño de su abuela, nunca lo consiguió; en cambio, Olivia, sin mover un dedo, obtuvo todo aquello que ella siempre