Lo sabía.
Lo sentía en cada célula de mi cuerpo.
Lo soñé la noche anterior.
¡Dios!
Iba a pasar de nuevo, alguien querido iba a morir y no
había nada que podía hacer para impedirlo. Liv. Ian. Olivia.
Liz. Sarah. Uno de ellos o todos.
Días atrás Ian se marchó para conseguir información
sobre los Sanders, me asusté para que mentir y decir que
no me preocupé por él en cada momento. Me asusté
pensando que podría pasarle algo, que podría pasarme a mi
algo sin él. No sé cómo o cuándo, pero Ian era mi
salvavidas, no podía estar sin él.
Fueron solo tres días sin él, días en que estuve muy bien
acompañada.
Liz apareció de la nada, aunque no era exactamente de la
nada. Era culpa de ese hombre terco que por lo visto
continuaba tratando a Liz de la misma manera. Con
indiferencia y eso la volvía loca. Ella estaba a punto de
renunciar, creo que lo hubiera hecho hace mucho, el
problema es que es muy difícil renunci