Capítulo trece. Voy a ser tu dueño.
— — — — Narra Brad Lancaster — — — —
Tenerla de rodillas con mi polla en la boca es la imagen más codiciada de mi mente. Me muero de ganas de volver a hacerlo.
Pensé que nos pillarian en ese probador, casi grito su nombre al correrme. Nunca había vivido un éxtasis así .
En un principio le dije a ella que guarda silencio, incluso le tapé los labios para acallar sus gritos y acabé yo, destrozado por un orgasmo.
Esta mujer me vuelve loco. Rompe mis esquemas, desplanifica mi equilibrada vida.
Y lo peor es que cada día me gusta más.
—¿Has disfrutado de la prueba del vestido? —inquiere por encima de su copa de vino blanco.
La he traído a comer como le había prometido, la reunión se ha aplazado porque he estado ocupado con ella dándonos placer en los probadores de una tienda de vestidos atrevidos de novia. Y ahora, la muy descarada me toca la entrepierna por debajo de la mesa, es una provocadora nata y su sensualidad puede conmigo.
—No mucho la verdad —res