[Narrador Omnisciente]
❀LARITZA El tic-tac del reloj en la pequeña cocina parecía burlarse de la creciente ansiedad de Laritza. Miró la humeante taza de café, apenas probada, y suspiró. Cinco años. Cinco largos años de madrugones, noches sin dormir estudiando entre apuntes y facturas, todo para que ella y Giovanni tuvieran una vida mejor, para tener un futuro. Ella había trabajado turnos largos en la cafetería en la noche y como asistente administrativa en la mañana, apenas dormía 4 o 5 horas, sacrificando salidas, descansos, incluso comidas, mientras él termina su carrera de administración de empresas. La misma que cursa Giovanni, pero en diferentes horarios. Y siguen en el mismo apartamento pequeño y con las cuentas justas. La impaciencia de Giovanni se había convertido en un huésped constante en su relación. Sus quejas sobre la falta de dinero, sobre lo "poco" que tenían, resonaban en cada rincón del hogar. Lari intenta mantener la calma, recordándole que pronto las cosas mejorarían, que su esfuerzo daría frutos. Pero en los ojos de Giovanni solo veía una frustración oscura, una sed insaciable de algo más, de algo inmediato. -Buenos días amor, no sabía que ya te habías despertado.—Él llega vestido para irse, le da un beso en la mejilla— -¿En qué estabas pensando que ni siquiera me escuchaste en la ducha?. -Gio, amor, en los exámenes finales.—Ella le sirve café y él niega— -No amor, gracias, llegaré directo a la sala de juntas, tenemos reunión con unos nuevos inversores y me toca la presentación, espero todo salga bien, estoy muy preocupado, si no me ascienden, no sé que haremos. -Amor tranquilo, sabes que pronto me graduaré y tendremos una mejor vida, así pondremos tener muchos bebés.—Él la abraza y la besa, quitando su cabello de su frente, cosa que siempre hace— -Lo primero, nos casaremos mi Lari, haremos una gran boda, muero por verte vestida de blanco bebé. Te amo.—La besa otra vez— -Tú esperándome en el altar todo bello, ¡ay te comería!. -¡Oye pero estoy bello ahora, cómeme!.—Ella se ríe a carcajadas mientras él la besa por todas partes— -¡Ya, qué debo ir a tomar mi exámen y luego a trabajar!.—Él la abraza fuerte— -Sé el sacrificio que haces, trabajas más que yo.—Lari se ríe y lo besa otra vez— -Yo soy capaz de todo por nuestra familia, ahora ve, lúcete, eres inteligente, sexy y muy proactivo, eres el alma de esa empresa, demuéstrales quién es Giovanni Visconti.—Ahora es ella quién lo llena de besos por todas partes mientras él ríe. Se dan un abrazo fuerte antes de él irse— -¡Suerte en el examen de hoy mi vida, te amo!.—Le grita él— -¡Gracias mi amor, igualmente para ti, también te amo mucho!.—Él sale del departamento sin ella saber que sería la última vez que escucharía ese te amo. **** El día transcurre normal, ella va a tomar su examen para luego ir a su trabajo de 6 horas, saliendo de ahí descansa dos horas y se vá a su otra jornada de trabajo de 5 horas más. Llega a su departamento totalmente exhausta, tratando de dividir las horas de la noche para la cena y lavar los platos. Giovanni abre la puerta, ella lo recibe siempre, pero él se queda quieto, inmóvil— -Amor.. ¿Qué tienes?, ¿Te fue mal en la presentación?. -Todo está bien amor.. Discúlpame, estoy cansado.—Le da un beso en la frente y se marcha. Ella se queda fría, nunca había actuado así— -Ni siquiera me preguntó por mi exámen..—Laritza hizo un puchero y se dispuso a terminar la cena. Él no quiso cenar, solo durmió y al día siguiente, ni siquiera la miró a los ojos antes de irse a trabajar. **** Una tarde, llegó a casa exhausta, con la espalda dolorida y una pequeña sonrisa en los labios. Había recibido una excelente calificación en su último examen. Quería celebrarlo con Gio, contarle que una empresa le tenía una oferta de trabajo ahora que estaba a punto de graduarse. Pero al abrir la puerta del apartamento, un silencio helado la recibió. No tardó en notar la ausencia. Primero, su ropa ya no estaba colgada en el armario. Luego, sus libros y la vieja guitarra que tanto ama han desaparecido del rincón del pequeño salón. Un escalofrío recorrió su cuerpo mientras sus ojos escanean el espacio vacío. En la mesita de noche, una nota doblada parecía burlarse de su dolor. Con manos temblorosas, Laritza la tomó. Unas pocas líneas frías y concisas anunciaban el final. "Perdóname, no he querido herirte, pero no soporto más está situación, vivir a tu lado ha sido bueno, pero está pobreza me está matando lentamente y lo mejor es que nos separamos. Está es una decisión amarga para mí porque te amo pero no puedo seguir a tu lado. Encontré a alguien me dará todo lo que deseo. Te deseo lo mejor Laritza, eres la mejor mujer que he podido conocer". Laritza Sandoval no Lee la carta completa, simplemente no puede. Gio se había ido. Se había ido con otra persona, alguien que aparentemente podía ofrecerle la vida de lujos que él tanto anhelaba. El mundo de Lari se desmoronó en ese instante. El sacrificio, el amor, los sueños compartidos… Todo reducido a unas palabras despiadadas. Cayó de rodillas, el papel arrugado en su puño, mientras un grito silencioso se desgarraba en su garganta. Estaba sola. Completamente sola. No lo sabía aún, pero dentro de ella, una nueva vida comenzaba a florecer, una vida que le daría la fuerza para levantarse de las cenizas de su corazón roto. ✤❁✤✤ ❀Liliana Santos❀