Se paró de la mesa y corrió hacia él, llenó toda su cara de besos y le repitió tantas veces que lo amaba. Él se encontró sonriendo con ternura y viéndola con adoración.
—¿¡Qué!? ¿Bromeas? ¡Ese es el restaurante del famoso Samuel Village!
—Te va a encantar apenas lleguemos.
—Cuando estemos ahí, tómame fuerte para no caer.
Tomó asiento sobre sus piernas y lo llenó de besos otra vez.
—Lo haré, mi preciosa… —rió a carcajadas.
La noche llegó, así que eligió ponerse un vestido ajustado de color