Una Obsesión, una Venganza. Nikolay y Alexandra están unidos por el pasado, pero cuando Nikolay decide secuestrar a Alexandra para completar su venganza, lo sentimientos se involucran y sus planes empiezan a desmoronarse, los sentimientos se involucran de ambas partes, pero la obsesión de Nikolay no tiene límites ¿Realmente Alexandra le dará su corazón? luego de haberla utilizado para su venganza, cuando la verdad es revelada, tendrá que decidir entre el amor...y la libertad
Ler maisDos noches después de haber llegado a Praga, las cosas finalmente parecían estar funcionando, luego de varios meses sin respuestas, no podía creer su suerte. Había llegado a la ciudad un Viernes por la noche, luego de que finalmente obtuviera respuesta de un detective privado que había contratado a través del contacto de uno de los camareros del bar en el que estuvo trabajando los últimos dos años, el detective le había estado enviado información más bien inútil durante un tiempo, realmente no había nada que ella pudiera confirmar como cierto, después de todo, ella no tenía ni idea de quien era su padre, y menos aún podía considerar cierto si tenía lazos o no con la mafia rusa, después de todo, ella simplemente buscaba respuestas sobre su madre, la mujer había muerto hace exactamente un año, y le había dejado solo preguntas, su madre siempre había sido una mujer misteriosa con su pasado, tenía fotografías que nunca le había permitido ver y que ella sospechaba, finalmente la habían llevado a la tumba.
La muerte de su madre había sido rápida, al menos eso le habían dicho los doctores, su madre, una mujer completamente risueña, animada y que lo más salvaje que hacía era maldecir a las ardillas cuando se metían con su huerto, se había suicidado, así, sin más, sin dejar notas, sin despedirse.
Alexandra podía entender que había suicidas que escondían todo el dolor en sonrisas y que muchas personas no lo sospechaban, pero desde un principio, sabía que las cosas estaban pasando de forma extraña, ella no había sido quien encontró el cuerpo, sino un "amigo" del que ella no tenía idea, un amigo que supuestamente debía encontrarse con ella, un martes a las tres de la tarde, que era justo cuando el programa favorito de ambas, una telenovela turca que les fascinaba, estaba al aire, una novela que solían ver juntas, pero que ese día, Alexandra había tenido que correr con su perro al veterinario debido a que algún idiota había decidido que era divertido tirarle el auto encima al cachorro, que se había escapado de casa poco antes de que ella tomara rumbo a casa de su madre.
Cuando regresó, lista para llorar por toda una semana por la perdida de su fiel compañero, se encontró con peor, y no lloró por una semana, sino por un mes entero, en especial cuando luego de armar un alboroto en medio de la calle para poder ver el cuerpo de su madre, no se lo permitieron, y ella, desconfiando de la forma en que habían dicho que su madre había estado tomando antidepresivos por más de un año (Ya que ella sabía perfectamente que su madre nunca en su vida había ido al doctor por algo más fuerte que una torcedura de brazo) se tomó ciertas libertades de colarse en la morgue y ver con sus propios ojos el cuello cortado de oreja a oreja, le dijo de inmediato que su madre definitivamente tenía sus razones para haber ocultado un pasado, que finalmente le había alcanzado.
Así que luego de pensarlo, como por diez minutos en el asiento de su coche, se había decidido a descubrir que demonios había pasado, vendió todas sus cosas y algunas de su madre, quedándose con solo las que pensaba que tendrían que ver con lo que necesitaba, una o dos cajas llenas de cosas que su madre guardaba recelosamente en una caja fuerte debajo de su cama, había algunas cosas faltantes en la casa, como un diario que siempre estaba en lo alto de una encimera y que su madre guardaba con más recelo que ella a su cachorro.
Así que una vez que tuvo el dinero y los medios, emprendió la búsqueda de los asesinos de su madre, no descansaría hasta que sea quien sea fuera llevado a la justicia, aunque teniendo en cuenta que la policía se negó a creerle sus locas teorías,, tildándola de neurótica por haber perdido a su madre y a su perro el mismo día...realmente empezaba a no confiar demasiado en la policía.
Así que había conseguido a este detective privado, y ahora, él le había contactado para darle aviso sobre una persona que aseguraba conocer a su madre y que le podía dar la información y responder a sus preguntas, pero solo si ella aceptaba a reunirse en persona con él, el detective (A quien solo había visto una vez en una fotografía pixelada y de hace tres años) se había ofrecido a hacerle compañía durante la reunión, por lo que ella finalmente había accedido. Necesitaba tener sus respuestas pronto.
Era Domingo por la noche, no hablaba checo y solo tenía unos cuantos euros en efectivo, por lo que se aseguró de dejar su mochila bien resguardada, antes de salir a la calle, se puso algo sencillo y tan poco llamativo como podía, no quería llamar demasiado la atención, solo por si acaso, había escuchado que en estas situaciones debías mantener un bajo perfil, y si alguien se había pasado por tantas molestias para llegar a su madre, estaba segura de que podían ir tras ella.
No había podido invertir nada del dinero que había reunido en clases de defensa personal, ya que consideró que algunos documentos falsos serían perfectos para salir del radar de quien sea que la podría perseguir, incluso si estaba siendo paranoica, se limitó a ponerse pantalones de mezclilla y una playera negra con una chaqueta lo suficientemente abultada como para esconder el cuchillo que presionaba en su abdomen, si le atacaban, esperaba poder usarlo al menos para despistar.
El sitio de encuentro era una cafetería cercana al lugar donde había decidido hospedarse, el lugar le había parecido bastante público como para sentirse cómoda, pero mientras se acercaba, empezaba a cuestionar la zona, había calles oscuras y bastante bonitas, si estuviera allí para turistear, no le molestaría perderse en las calles de Praga, pero en cuanto giró por la calle en la que se suponía que estaba la cafetería, se encontró con un callejón sin salida, demasiado oscuro para su gusto y completamente tétrico.
- ¿Señorita Ackerman? - pregunta repentinamente una voz en la oscuridad, saltando un paso atrás, Alexandra se tensó, Jensen era el apellido que había estado utilizando para viajar, por lo que no deberían saber su apellido real su mano fue directamente al cuchillo en su ropa, de las sombras, emergió un hombre viejo y gordo vestido con ropa de calle, lucía amable, pero ella no confiaría en alguien que se había pasado cinco minutos a oscuras, mirándola antes de hacerse notar
- ¿Pietro? - preguntó, el hombre se acercó a la luz y lo vio sonreír
- Así es, soy yo - le aseguró el detective, acercándose, le enseñó sus manos en el aire, demostrando que no estaba armado, por lo que ella suspiró aliviada, tal vez no tenía realmente de que preocuparse aún, después de todo, realmente no había descubierto nada que pudiera indicarle nada de su madre.
- Perfecto - y eso, fue lo ultimo que escuchó antes de que su vista se volviera negra y no pudiera respirar.
En su mente, era sencilla la idea de utilizar el cuchillo para defenderse, pero la sorpresa del ataque por la espalda le hizo entrar en pánico, lo único peligroso que había hecho en toda su vida había sido precisamente el meterse en una situación peligrosa para descubrir quienes habían asesinado a su madre ¿Cómo esperaba ella que no la asesinaran también?
Mientras se desmayaba a causa de la falta de aire, su ultimo pensamiento es sobre lo tonta que había sido al pensar que ella, de todas las personas del mundo, podía descubrir cualquier cosa
Cuando finalmente despertó, aterrada y desesperada, estaba recostada en un sitio para nada cómodo, con penetrante olor a químicos de limpieza y una bolsa de tela en su cabeza, desesperada y sintiéndose como la idiota más idiota del mundo por meterse en esa situación, empezó a llorar, estaba a punto de morir, sola, sin tener idea de quien sería su asesino.
Para cuando finalmente pudo calmarse, al notar que su vida, de momento, no estaba en peligro, al menos eso parecía, después de todo, había estado imaginando todas las formas en que podía morir por alrededor de media hora, y recién notaba que estaba viva, y aparentemente, sola.
Intentando hacer una requisa mental de todo su cuerpo, notó que sus manos estaban atadas y que sus pies, demasiado débiles como para realmente sostenerla, se sentía mareada y con nauseas, sus ojos ardían y el olor a químicos, le estaba provocando dolor de cabeza, pero tenía que pensar, encontrar la forma de escapar.
Mientras empezaba a moverse, notó que le faltaban los zapatos y un dolor punzante le atravesó el muslo, por lo que gritó, con fuerza, su grito resonó con eco, el lugar en el que estaba parecía ser algún tipo de bodega, pensó, pero realmente no le servía demasiado esa información si no tenía ni idea de que hacer con ella.
Hizo un esfuerzo por quitarse la tela que rodeaba su cabeza, pero sus manos se sentían entumecidas, repentinamente escuchó el sonido de una puerta abrirse y se congeló, aterrada, su corazón empezó a latir tan fuerte que por un segundo se preguntó si sus captores podían escucharlo, sintió la presencia de al menos nos personas cerca de ella, y luego sus manos, pataleó, intentado zafarse, evitar que la llevaran lejos, a una muerte segura, pero una mano grande y pesada la abofeteó, el golpe fue sorpresivo y malditamente doloroso, pero no lo suficientemente fuerte como para que perdiera la conciencia.
Una voz gruesa, en un lenguaje que no logró identificar la hizo congelarse, y también a sus captores, que la dejaron caer al piso sin demasiado reparo, recibiendo el golpe con su costado, pudo escuchar el hueso quebrarse y de inmediato el dolor la invadió, su grito fue casi desgarrador, pero aún asó, fue ignorada, insultos en un idioma que no entendía empezaron a sonar a su alrededor, seguid de golpes, una patada en su costado la hizo aullar de dolor, su llanto fue opacado entonces por el sonido de golpes húmedos, que le helaron la sangre, luego de pocos minutos, el único sonido en el lugar era la respiración agitada de un hombre, y su llanto.
El hombre susurró algo, en su mente pudo reconocer que se trataba de ruso, pero el dolor le nublaba demasiado el pensamiento, su instinto de supervivencia le decía que tenía que correr, pero ella solo podía sentir terror, unas manos húmedas, con lo que supo de inmediato era sangre, la recogieron del suelo, por lo que gritó, pero más de dolor, el terror la había invadido completamente, su brazo dolía y sus costillas parecían presionar el interior de su caja torácica.
Sea quien sea que la llevaba en brazos, la sacó de la habitación donde estaban, supo que era una habitación por el súbito cambio de temperatura, fuera, por lo que se quedó paralizada por un momento, su cerebro intentando procesar que sucedía, el hombre que la llevaba gritó algo, no estaban solos, había más de una persona en la habitación, y a juzgar por los sollozos que escuchaba alrededor, ella no era la única mujer en el interior.
La depositaron con cuidado en una superficie dura, los hombres discutían molestos y sintió una mano grande levantar su ropa, hizo una mueca lloró en silencio, rogando que se detuvieran pronto, en especial, desde que sentía la sangre secarse allí donde el hombre de la habitación le había tocado, definitivamente la estaban examinando, y sea quien sea, estaba evidentemente cabreado, mientras los hombres discutían, Alexandra notó que la manta en su cabeza se había aflojado ligeramente, abrió los ojos, que había mantenido cerrados a causa del dolor, el lugar en el que se encontraban tenía luz y un ligero corte den la tela le permitía ver ligeramente a uno de sus captores.
Ojos grises como la tormenta y una nariz bien definida, intentó absorber toda información que pudo a través de la pequeña grieta en la tela, sus ojos estaban teniendo problemas para acostumbrarse a la luz, pero necesitaba absorber cada mínimo detalle, tanto como pudiera resistir.
Pero antes de que pudiera realmente obtener más que dos rasgos independientes que podría pertenecer a dos personas diferentes, se desmayó.
- No, no quiero - se quejó Lorenzo cruzandose de brazos y mirando a Viktor de la misma forma en que Alexandra solía mirarlo cuandoe staba cabreada, la barbilla levantada y mirada feroz, aunque fisicamente el niño se parecía a él, tenía el caracter de su madre. - Hijo, por ultima vez - se quejó - Es solo temporal - el niño levantó una ceja, era una de esas ocasiones donde Viktor se cuestionaba la legalidad de golpear a un niño, pero tanto él como el pequeño demonio sabían perfectamente que jamás se atrevería a hacerlo - Te compraré un helado al regresar - prometió, Lorenzo suspiró dramaticamente antes de dejarse caer en la cama donde había estado de pie - No me gusta ir donde Anya - se quejó el niño, Viktor se arrodilló frente a él y terminó de arregalr su cabello, incluso si tenía el temperamento de su esposa, no podía evitar verse a si mismo en el pequeño, especialemnte con el feroz cabello oscuro que se negaba a quedarse en su lugar - Lo sé, pero esto es importante para mamá -
El día de su boda finalmente había llegado, la ceremonia sería con pocos invitados, después de todo, Alexandra solo tenía un par de amigos de la escuela de cocina, y a sus padres, y Viktor había invitado a Nikolay, el único de sus hermanos que parecía dispuesto a mantener algún tipo de relación con él, a demás de eso, dos hombres más de los que Alexandra no sabía sino el nombre. Habían alguilado un salón para la ceremonia y la recepción sería en un restaurante del mismo hotel, por lo que no ostentarian de demasiadas cosas, pero sería íntimo y sus padres de habían esmerado en que todo fuera perfecto, la decoración era sencilla pero hermosa y elegante, con detalles en dorado y tonos lila que resaltaban a la perfección con su vestido. al mirarse al espejo, le costaba reconocerse por completo, había decididonque quería un cambio de look, si bien para ocultar su identidad había hecho un montón de tratamientos y tintes, su cabello natural finalmente estaba surgiendo debajo del negro, y ya
Alexandra se miró al espejo, y rompió a llorar, el vestido que su madre había usado era hermoso, y luego de unos ajustes menores, se sentia como una princesa, habían tenido que ajustarle a su copa y a la cintura, a demás de añadir un bordado nuevo en el corset, pero lo demás, estaba completamente imoecable. Verse vestida de novia desató miles de emociones en ella, después de todo, era algo que había cosniderado distante incluso mientras estaba comprometida, y mientras hacía los planes de la boda con su madre, retrazandola constantemente debido a su cesarea de urgencias y luego por las lesiones de Viktor, se veía cada vez más y más distante, pero finalmente, estaba cerca, se casaría en una semana, y estaba completamente radiante. Aunque no tendrían luna de miel, debido a que no quería alejarse de Lorenzo y tecnicamente su tiempo en Alaska hbía sido una especie de luna de miel... bueno, no se le antojaba demasiado el tener viajes, un simple fin de semana en la misma cabaña en al que V
Viktor suspiró con cansancio mientras se dejaba caer con dificultad en la cama, durante una semana, él y Alexandra se habían mantenido en una especie de acuerdo silencioso de no cuestionarse, pero él podía ver el temor y la duda en los ojos de su prometida, por lo que una vez que los resultados llegaron a su correo para asegurarle que estaba limpio de cualquier cosa, se acercó de nuevo a su hijo, que había empezado a sonreir levemente, lo que le llenaba de una sensación de orgullo. Para alguein como el, que durante años se había dedicado a quitarle la vida a cientos de personas, el procesar que había creado una vida, le hacía sentirse abrumado, especialmente al ver lo delicado que podía ser un bebé tan pequeño. Aunque tenía que mantener su pierna estirada por completo debido a la fractura, había comenzado a moverse alrededor, y quedarse en cama con su pequeño era lo único que ralmente podía disfrutar. Alexandra entró a la habitación con una cesta llena de ropa limpia y le dedicó
Alexandra estaba sentada en el parque, sintiendose al borde de las lágrimas mientras abrigaba a Lorenzo, que finalmente luego de dos horas, había caído dormido mientras tomaba pecho, luciendo completamente tranquilo y como si no hubiera estado a punto de hacerla llorar a ella también. Con cuidado de no despertarlo, lo depositó suavemente en su coche mientras consideraba sus opciones nuevamente, no estaba segura de querere regresar al apartamento, y era casi hora del almuerzo, por lo que decidió llamar a su madre y arreglar una cita para almorzar, necesitaba distraerse y considerar como afrontar el tema con Viktor, y estaba segura que su padre estaba involucrado, ellos dos habían estado actuando extraño desde la primera vez que los había encontrado hablando en la habitación en casa de sus padres, y ella se había convencido a si misma de que simplemente eran cosas que ellos podrían manejar, que no le afectarían ni se saldrían de control, pero luego de ver el estado de Viktor, se negab
Viktor maldijo internamente al escuchar el familiar sonido del hueso al romperse, seguido de dolor que seguía, el hombre frente a él aprovechó el momento para liberarse y con un rapido movimiento, lo golpeó en el rostro con su codo, consiguiendo que su visión se volviera borrosa por unos segundos. el sonido de un disparo, seguido de la sangre caliente cayendo sobre su rostro, consiguió que todo terminara - Bueno, eso no era lo que esperaba - se quejó Bruno acercandose y alejando el cuerpo del hombre con un bastón, de forma que Viktor pudo retirarse ylimpiar la sangre de su rostro con los ojos, asegurandose de que no entrara en sus ojos, sintió el dolor en su tostro allí donde lo habían golpeado, pero su pierna palpitaba con fuerza - Esto no hacía parte del trato - se quejó entre dientes, su suegro dio una mirada hacia el cuerpo frente a él - Bueno, definitivamente tendremos que expliccar eso - aseguró - es una buena cosa que era nuestro ultimo trabajo Viktor gruñó mientras se pus
Último capítulo