Valentino
Después de la llamada, tuvimos que salir del hotel y dirigirnos rápidamente a la mansión. Emilio me había llamado de urgencia: habían atacado la mansión y algunas de las casas circundantes se incendiaron. Nunca imaginé enfrentarme a este tipo de conflictos; ahora sé que tengo enemigos decididos a hostigar mi vida. Es hora de aniquilar a cada uno de ellos.
—¿Qué sucede, Valentino? —preguntó Maya, nerviosa.
—No lo sé, Emilio me ha dicho que la mansión está en llamas.
Maya se quedó boquiabierta al escuchar eso, y yo también. No tengo idea de qué demonios ha sucedido o quién es el responsable. Claro, hay muchos que podrían querer hacerlo.
—Podría ser Igor —susurró para sí misma. Apreté su mano y dejé un beso en su mejilla.
—No te preocupes, sea quien sea, no escapará de mí.
Ella asintió, desviando su mirada hacia la carretera.
Podría ser Igor o quizás los Camaleones. Aunque también podrían ser esos grupos de la mafia que estaban invadiendo mi territorio en Las Vegas. Quienquiera