Pedro había tomado un poco de arroz con leche y se había puesto a trabajar en su computadora.
Bella también había estado revisando algunos datos, y luego se había quedado dormida en la cama que le habían preparado.
Pedro no había dejado de trabajar hasta que escuchó la respiración tranquila de Bella.
A la luz, su carita se veía limpia y delicada, y no se sabía si estaba soñando con algo, pues tenía los labios ligeramente fruncidos y las cejas suavemente arrugadas.
Pedro había querido bajar de la cama para acariciarle las cejas, pero al recordar su rechazo hacia él, su mano se había quedado a mitad del camino.
...
Al día siguiente, Bella se despertó y Pedro ya no estaba en la habitación.
Miró la hora y vio que eran casi las nueve.
《Vaya, sí que he dormido》pensó.
Y más aún estando en una habitación de hospital y con Pedro presente.
Bella se estiró, se aseó y luego preguntó a la enfermera si Pedro ya se había dado de alta.
—¿Cómo va a darse de alta en su estado? —le respondió la enfermera