Cuando Bella creía que Carlos iba a seguir hablando, este giró la cabeza con gesto de fastidio y soltó un resoplido despectivo. —Qué tonto.
Bella, sin poder contenerse más, le arrojó con fuerza el ovillo de papel que tenía en la mano. —¡Eres tonto! Te haces el interesante y encima eres insoportable.
—¡Bella!
El ovillo golpeó la cara de Carlos, quien lo recogió dispuesto a lanzárselo a ella, cuando...
—¡Piiip, piiip!
De pronto, se escucharon dos pitidos de auto en la distancia.
Bella y Carlos giraron la cabeza al mismo tiempo.
Detrás de ellos se encontraba un lujoso vehículo. Vio a Manuel, a quien reconoció, y a su lado estaba Pedro, con expresión seria.
Al ver a Bella, Manuel agitó la mano con nerviosismo, mirando de reojo a Pedro, como queriendo dejar claro que no había sido él quien había tocado el claxon.
Dada la altura de su auto, sin duda Pedro había presenciado el altercado entre Bella y Carlos.
Observando su expresión, Bella prefirió no prestarle más atención. Se volvió hacia Ca