¿En Internet?
Volví a ver el vídeo en el que yo ayudaba a Víctor aquel día y, finalmente, amplié la imagen y vi claramente que era Sara.
Estaba en el asiento de copiloto de mi coche y me hizo la foto desde allí.
Ese día tenía algo urgente que hacer después de clase y le pedí a Adrián de llevarme a casa con él.
Señalé la herida que tenía en el rabillo del ojo y me volví hacia la policía: —¿A esta le puedo denunciar por difusión de rumores falsos que me causó agresión física?
La policía lo miró y fue conmigo al hospital donde estaba Sara.
Después de preguntarle a la enfermera dónde estaba la sala de Sara, entré primero, y en cuanto Sara vio la herida de mi cara, se tapó la boca y se echó a reír: —Vaya, ¿qué pocas heridas te dejaron? ¡Creía que podían matarte a golpes!
Me burlé: —¿Qué? ¿Ya no vas a fingir?
Se tensó y dos policías entraron en la sala y se colocaron detrás de mí.
Sara puso una cara de estar débil y dijo en tono suave: —Solo estaba bromeando...
El policía sacó una captura de