Narrador Omnisciente
La mañana transcurrió de forma tranquila. Arizona después de desayunar subió a ver el estado de Jack. Al parecer había recuperado el sentido, pues había lanzado lejos la sabana con que estaba arropado, y para ese momento solo dormia.
Tocó su frente y verificó que estaba ardiendo de fiebre. Lo volvió a cubrir, esta vez con una manta y abandonó la habitación.
En el pasillo su padre la interceptó.
—¿Cómo se encuentra Jack?— peguntó su el señor Richard ,