Narrador Omnisciente
Egnar llega volando a la pista se para frente a la cabina del avión.
— ¡No te puedes marchar!— le dice casi en todo de súplica a su sobrino— ¡No eres un cobarde!.
— Eso díselo a la futura reina y a el principito. ¡Me rechazan Egnar!. Yo no soy un hombre sentimental, mejor me voy antes de que cometa una locura con esos dos.
El avión despega dejando una ola de sentimientos encontrados. Egnar entra a la estancia encontrando a la familia completa a la mesa. Su colera aún menta por segundos. Nadie aparte de él sabe todo por lo que ha pasado