Capítulo 890
Sonreí incómodamente, un poco forzada, y dije.

—¡Papá! ¿Cómo es que no tienes espacio en tu agenda? Si ya he vuelto a casa.

Rowan, cargando aquella cesta de frutas, dijo.

—Esto es lo que tu hija te ha traído, frutas de nuestro pueblo.

—¡Papá! Estas son las frutas de la huerta de la mansión Sobrino, ¡recogidas anoche! —Le apresuré a decir—. ¡Dulcita las escogió para ti!

—¿Oh? —Luis se rio al oírlo—. Que Lucinda, la niñera, me las lave para probarlas. ¿Esa pequeña niñita sigue bien?

—¡Sí! La próxima vez vendré con ella para que te vea —le dije a Luis. Todos querían mucho a Dulcita, principalmente porque tenía un don para halagar que era mortal.

—Entonces hazlo pronto, el clima de Ciudad Jim en invierno es terrible, pero esta temporada es fresca y agradable, ¡justo perfecto!

Luego me preguntó.

—¿Cómo va la empresa por aquí?

—Todo va muy bien, Patricio dejó a cargo a gente de confianza. ¡Así que no necesito venir tan seguido! —respondí honestamente—. Todo funciona de manera regular aquí, y
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