La noche cayó y Magnolia se durmió sobre su falda
Nina acariciaba el cabello de la pequeña con angustia en su pecho
- ¿Qué tendrá tan ocupado a Mauricio? – preguntó Daniela checando la hora en la pantalla de su teléfono
- ¿Por qué no vas a buscarlo?
- ¿Yo? ¿Andar por ahí, dando vueltas por la mansión Domoniccie? – preguntó con ironía – Ni loca
- ¿Por qué no? Si tú te has puesto de acuerdo con él para mantenerme encerrada aquí
- Nina, ven conmigo, acompáñame a encontrarlo
- No puedo salir de aquí – se encogió de hombros
Daniela miró a Magnolia, que echa un bollito de esa manera, trasmitía… soledad
- Ser la hija del General Domoniccie no debe ser fácil
- Dani… Recordé algo…
- ¿Recordaste algo más sobre esa tal Julieta?
- Y más sobre Salvador… - susurró
- ¿Conocías al General desde antes? Bueno… no debería sorprenderme, si conocías a Julieta ya habíamos pensado que conocías a Mauricio… y si lo conocías a él, de seguro también a todos los Domoniccie
- Pero creo… que no es como imaginábamo