Capítulo 31: Te dije que te vayas.
El silencio era espeso, cortante. El tic tac del reloj en la pared de su oficina era una aguja que taladraba la sien de Elena Valdivia. Sentada en su sillón de cuero negro, miraba el informe de avance del proyecto "Mirador de Cristal" sin realmente ver nada. Sus pupilas recorrían las palabras, pero su mente estaba atrapada en otro momento, en otra sala, en otro contacto.
— Maldita sea... — susurró, dejando caer el papel sobre el escritorio.
Se levantó bruscamente, caminando de un lado a otro como si el movimiento pudiera acallar el torbellino que llevaba dentro. Pero no podía. No después de ese beso. No después de que Alexander la besara como si su vida dependiera de ello, como si fuera suya, como si el tiempo no hubiera pasado.
— No, no, no... — repitió, ahogada en una mezcla de rabia, deseo y desesperación.
Su mano tembló al alcanzar el florero de cristal que decoraba su escritorio. Lo sostuvo por un instante, y luego lo arrojó contra la pared con un grito seco, liberando en ese est