-Thomas-
-¿Y cómo es eso de que fuiste a la consulta de tu doctora? ¿No que estabas metido en un juicio complicado?-me pregunta la mujer que se ríe mientras come de su helado de pistacho.
-Bueno, tú sabes. Esto de ser todo un Scott - ahora se ríe a carcajadas y me da un palmazo en el brazo-. Auch, Dana, verdaderamente duelen tus golpes.
-Vamos, dime la verdad si no quieres otro.
-Lía me avisó ayer.
-Ah... ¿Y temiste que hiciera algo indiscreto con ella?
-No, para nada. Es solo que...
-¿Solo qué? - me pregunta curiosa.
-Quería que estuvieras cómoda. Laura es un poco intensa y, como la conozco, pensé que podía ser un poco incómodo para ti .
-Algo parecido dijo Alma, pero de verdad tu psiquiatra es una buena profesional, me cayó muy bien. Si hasta me hizo una consulta gratis.
Su sonrisa decayó y solo me animé a consolarla. Entiendo que todo esto es abrumador, yo la obligué a casarnos pensando que era la única forma de tenerlos conmigo y no dándome cuenta que ella sí me quería en