Ambos en el bote se giraron instintivamente hacia la dirección de la voz.
Vieron a un hombre y una mujer apoyados en una ventana cercana al río.
El hombre que habló sorprendió a Cira por la coincidencia.
Era Fermín García.
Fermín no era de La ciudad de Sherón, sino de Ciudad de Bernat. Había venido a La ciudad de Sherón para una cena de la familia Guzmán y Cira no esperaba encontrárselo allí, en el mismo restaurante.
La joven mujer que lo acompañaba era desconocida para Cira, pero incluso a la distancia, se podía notar su belleza distintiva y sus rasgos finos, indicando sin duda que era una mujer hermosa.
Cira aprovechó la oportunidad para cambiar de tema, que estaba a punto de generar conflicto: —Señor Vega, es el señor García.
—Ya vi —respondió Morgan, mirándola un momento antes de ordenar al barquero que se acercara a la orilla.
Fermín y la joven también se alejaron de la ventana.
Los dos también salieron del restaurante cuando su barco atracó.
Ellos se vestían elegantemente, él con