POV de Cercei
Después de su pequeña jugada, la mujer permaneció en silencio y con compostura, sin intentar seguir conversando con él. Fingió estar ocupada con su teléfono móvil y ni siquiera terminó su comida antes de marcharse.
No pude evitar sentir un pinchazo de culpa. Debía de estar mortificada. Parecía realmente amable y genuina, quizá solo intrigada por Lucian. El muy bruto parecía ajeno a su interés… o tal vez decidió ignorarlo.
Pasé el día atendiendo a los clientes con diligencia. Los lunes solían ser ajetreados, pero mantuve mi energía durante toda la jornada. La expectativa de que terminara mi turno solo aumentaba mi entusiasmo. Mientras tanto, Lucian pasó el día en el café, ocupado en sus asuntos. Recibió varias llamadas y tecleó sin descanso en su portátil.
Uno se pregunta por qué escogió un café para trabajar. No es el lugar más indicado para la concentración ni la privacidad. Además, ¿no le dolerá la espalda de estar sentado tanto tiempo?
—Adiós, disfruta tu cita —me d