POV de Lucian
—Su Majestad —llamó Frank, sacándome de mi ensimismamiento mientras me encontraba de pie, perdido en el aroma embriagador que me envolvía.
Parpadeé, sobresaltado, tras el escudo protector de mis gafas oscuras y me giré hacia Frank, cuya expresión preocupada se reflejaba en el espejo retrovisor.
—¿De verdad cree que ella está aquí, señor? —preguntó, con la voz cargada de duda, pero con un atisbo de esperanza.
Suspiré, dejando ver mi incertidumbre.
—No lo sé —admití con un dejo de añoranza en la voz.
Las grandes puertas se abrieron con majestuosidad al llegar, adornadas con la elegante inscripción de “MoonStone”.
Pensé en la mansión… un vasto despliegue de lujo. Incluso al cruzar el umbral, su magnitud seguía oculta por la amplitud de la finca. Miré por la ventana, contemplando el extenso jardín cubierto de impecables rosas blancas, su emblema distintivo.
—Hemos llegado —anunció Frank, con una mezcla de expectativa y nerviosismo en la voz.
Al bajar del coche, contuve el al