POV de Cercei
—¡Esto es completamente inaceptable! ¡Tenemos un invitado en camino! —exclamó Monsieur, furioso.
—Por favor, Monsieur, perdone a mi hija. Aún está de luto, sus pensamientos no son racionales —suplicó Mamà, cayendo de rodillas frente a él. Me dolía el alma verla humillarse por mi culpa.
—Mamà, por favor, no hagas esto —intenté intervenir, pero apartó mi mano.
—Sí, sí, suplica, pobre idiota —se burló Vienna con una sonrisa cruel.
Me levanté con intención de encararla otra vez, pero Mamà me detuvo, sujetándome con fuerza. Luché por soltarme.
—¡Vienna! —la voz de Monsieur sonó más severa.
—¿¡Qué?! ¿Estoy mintiendo, padre? —gritó ella, con los ojos encendidos de rabia, clavando la mirada en él.
—¡Te escuché esa noche! ¡Lo vi todo! ¿¡Cómo pudiste hacernos eso a Mamá y a mí!? —gritó, con lágrimas en los ojos, señalándose el pecho.
Monsieur solo la miró con los ojos enrojecidos por la culpa o la ira.
—Y tú… tú, desesperada rompehogares… —avanzó hacia Mamà para golpearla,