POV de Cercei
Esa noche dormí profundamente, completamente agotada por tanto llanto. Parecía claro que mi madre no tenía intención de darme respuestas, así que decidí buscar la verdad por mí misma. Lo que me esperaba no sería fácil, pero el peso de no saber era mucho más insoportable que cualquier dificultad futura.
Cuando serví el jugo en la copa del señor Remus, me mordí la lengua para no decir nada. Nos encontrábamos en el comedor, atendiendo el desayuno. Mantuve la vista baja, evitando mirarlo, porque cada vez que lo hacía, me recordaba su crueldad tan fría como despiadada.
—Lord Lucian Red nos honrará mañana con su tiempo para visitarte, Vienna. Quiero que te presentes de la manera más impecable posible —declaró Monsieur Remus, dirigiéndole una mirada firme a Vienna.
La curiosidad encendida en sus ojos, Vienna preguntó a su padre:
—¿Qué? Padre, dime cuál es el motivo de su visita.
—Tenemos asuntos de negocios que discutir —respondió él con tono seco.
—¿Qué tipo de negocios? —i