POV de Cercei
Hoy marcaba la llegada del respetado Lucian Red a la imponente mansión MoonStone. El ambiente estaba cargado de actividad mientras los diligentes sirvientes trabajaban sin descanso, puliendo cada rincón. Susurros llenos de admiración se colaban entre ellos, todos hablaban del apuesto Alfa de la legendaria Manada Luna de Sangre.
Yo, por mi parte, estaba concentrada arreglando flores en incontables floreros. Solté un suspiro al mirar todos los que aún quedaban vacíos. Al observar mis manos, cubiertas de cortes y ampollas por las espinas de las rosas, no pude evitar estremecerme. Pero a pesar de la incomodidad, continué sin quejarme, agradecida de que María no hubiese recibido esta tarea; su alergia severa habría hecho imposible para ella lidiar con flores.
—¡Muévanse más rápido, todos! Lord Lucian llegará en solo una hora —ordenó Madàm Cecè, con ese tono suyo que mezclaba la presión del deber con el deseo de cumplir las exigencias de Monsieur al pie de la letra para recibi