ELEONORA
Miré el pequeño frasco lleno de un extraño líquido rojo sobre mi tocador. Mil pensamientos inundaron mi mente. Deshacerme de esa inútil omega siempre ha sido mi deseo, pero… ¿y si esto me mete en problemas?
Más temprano hoy, la bruja que vino a verme al bar me había entregado una foto de Dafne, diciéndome que la llevara con ella.
“¿Qué? ¿Dafne?” Me quedé helada al ver la foto.
La bruja sonrió con malicia.
“Eleonora, oh, Eleonora. Sé cuánto deseas deshacerte de ella, y solo te ofrezco mi ayuda. Es una situación en la que ambas ganamos, y espero que sepas aprovechar esta oportunidad.”
Tragué saliva con fuerza.
“¿Por qué ella? Es solo una omega sin valor. ¿Para qué una bruja querría a una omega sin poder? Solo tengo curiosidad.”
“Jajaja… No todas las preguntas merecen respuesta, Eleonora Gregory. Algunas solo te conducen a la muerte.” Se carcajeó la bruja.
Hubo silencio entre nosotras por unos segundos antes de que sacara el pequeño frasco con el líquido rojo y lo colocara sobre