Natasha
Me desperté lentamente. Me dolía muchísimo la cabeza y sentía dolor en todo el cuerpo. Era la tercera vez que me desmayaba en dos días.
Gruñí al incorporarme en la cama mojada y miré el reloj de pared. Ya era más de mediodía. Me miré el cuerpo y vi varios moretones, la mayoría en los brazos.
Gruñí y bajé de la cama. Mi ropa estaba húmeda y apestaba. Vi que ya no llevaba el abrigo de Alpha Jack y que alguien me había cambiado de ropa. Bueno, ya me lo habían cambiado la primera vez que desperté, pero no tuve tiempo de prestarle atención.
No podía dormir así en esta cama. Tenía que encontrar la manera de extenderla afuera, pero estaba demasiado débil y no estaba preparada para soportar las burlas de los sirvientes.
Me quité la ropa lentamente y me desperté.
Por mucho que intentara no pensar en todo lo que había pasado esta semana, no podía evitarlo. Esta fue la semana en que me convertí en adulta, pero también fue la semana más miserable de mi vida. Me preguntaba si podría simple