Capítulo 83. Sombras en casa. Parte II.

Pov Héctor:

Pero nadie me saca de la cabeza la imagen de ese callejón. Nadie me quita el olor de la sangre sellada. Nadie me borra la frase que escuché desde el pasillo cuando él hablaba con alguien: «mantén a los pequeños cerca, no podemos permitir fallos». Eso no se dice por cariño. Eso se dice por control.

Le expliqué lo que había escuchado. Le dije del ritual, de la daga, de la frialdad. Le mostré lo que pude mostrar sin que pareciera una trampa. Le ofrecí pruebas pequeñas porque las grandes no las tenía todavía. Y me pidió que me fuera.

La decisión me dolió, pero no la ignoré. No era mi intención obligarla a nada que la pusiera en riesgo. Si Martín está dispuesto a amenazar, a reivindicar «su» lugar con violencia, entonces yo no puedo ser yo el que provoque esa reacción. Un mal movimiento y todo se derrumba. Si había que esperar para atrapar a un depredador, esperaba. Si había que juntar pruebas, las juntaría. Si había que ser sombra e