Capítulo 142. Ian, el heredero del fuego

Pov Alaric:

Cuando amaneció, la manada amaneció en calma. La nieve cubría los tejados y los caminos, el aire era frío, pero limpio. No había señales de conflicto, y eso nos daba una ventaja: hoy podía dedicarme exclusivamente a Ian y a enseñarle a controlar su fuego. Lo observé salir de la casa, aún medio dormido, con la determinación que siempre mostraba cuando se enfrentaba a algo que debía aprender. No dijo una palabra; simplemente caminó hacia el claro, donde la manada solía reunirse para los entrenamientos y las reuniones.

—Listo para empezar —le pregunté, acercándome a él—. Recuerda todo lo que hablamos. No queremos destrucción, solo control.

Ian asintió, frotándose las manos para calentar sus dedos. Sus ojos mostraban concentración, aunque se notaba la emoción contenida por lo que estaba a punto de hacer. Desde la muerte de Héctor, toda la responsabilidad de la manada y el entrenamiento de los niños recaía sobre mí, y aunque sabía q