Capítulo 131. La visita DEL cuervo
Capítulo 131. La visita del cuervo
Era tarde, casi medianoche, cuando algo golpeó suavemente la ventana de la cabaña. Me desperté de golpe, con Elara acurrucada a mi lado, y noté un movimiento negro que se reflejaba en el cristal. Me levanté despacio, sin hacer ruido, y abrí la cortina.
Un cuervo enorme estaba posado en el alféizar. Sus plumas negras brillaban bajo la luz de la luna y, en su pico, llevaba algo pequeño. Con cuidado, dejó caer una pluma sobre la madera del suelo antes de alzar el vuelo, desapareciendo en la oscuridad del bosque.
Me agaché, recogiendo la pluma. Estaba marcada con símbolos que reconocí de inmediato: runas antiguas, idénticas a las que Alaric había usado antes para sellar ciertas energías y protegernos. Mi corazón se aceleró.
—Esto… esto es de Alaric —susurré, tocando la pluma con los dedos temblorosos.
En cuanto mi piel rozó las runas, una voz profunda resonó en mi mente, clara y firme:
—El equilibrio ha despertado. Cuida al tercer hijo.
El mundo