Si ella se reía de ese momento tan chistoso, lo más seguro es que él se enojaría a tal punto de que la iba a matar lentamente, sí, eso haría Axel. Conociéndolo como lo hace, él le daría una zurra o la lanzaría del auto en movimiento. Él no podía estar celoso, menos de ella.
— No es gracioso cuando dices esas cosas —dijo Sasha, seria—. Tú nunca me dirías esas cosas, en serio.
— Pues ya te lo estoy diciendo en estos momentos, no quiero verte cerca de esos chicos, en serio —también se quitó el cinturón de seguridad—. Me pone nervioso.
— Bueno, estoy casada contigo —dijo, tratando de alivianar la situación—. En estos momentos necesitas calmart