Sasha apretó el puente de su nariz, los dolores de cabeza se estaban volviendo constantes y recuerdos que ni ella entendía estaban llegando a su mente en cuestión de segundos. Eran como sueños de ella besándose con alguien más, no obstante, sentía que algo no andaba bien del todo.
— ¿Estás bien? —preguntó su madre pasándole unas pastillas—. No te has tomado tus medicamentos.
— Estoy bien o eso considero —susurró—. En estos días las cosas no han estado bien. Los profesores se la pasan molestándome con cosas estúpidas y no sé qué hacer en esos casos.
— Entiendo, tienes un punto —su madre tomó asiento a su lado en la cama—. Tengo algo que dec