Capítulo 18

A la mañana siguiente, justo después de que las antorchas volvieran a encenderse como por arte de magia, Amira escondió la capa bajo el colchón y se dirigió, tal como los demás, a desayunar. El desayuno era un trozo de pan y una taza de café, que ella bebió rápidamente en un intento por compensar los días que había pasado casi sin comer. De nuevo, se sentó sola, alejada del resto. No es que no le gustara la gente, que fuera una antisocial o algo así, sino que siempre llevaba a todos lados la sensación de que era ella quien no le gustaba a los demás. Las únicas personas que la habían querido, se habían esfumado, tal vez estaban muertos.

Tamter tomó su bandeja y fue a sentarse con sus amigos cuando sus miradas se encontraron y sus pasos se detuvieron. Tenía la nariz roja y una línea violeta la atravesaba, pero al parecer alguien se la había enderezado. Sus ojos, sin embargo, continuaban llenos de odio, de arrogancia, de promesas escalofriantes. Por un momento, Amira creyó que

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo