57. Otro pedazo más
— Regina...
La voz desesperada de Ronal se oía con un doloroso eco y la luz parpadeante dañaba los hermosos ojos de la pequeña. El ruido parecía disminuir con el tiempo y todo volvía a ser oscuro , frío, aunque sus pulmones parecían arder.
Por otro lado el rostro enrojecido de Ronal se veía destrozado, su cabello alborotado y sus ojos miel ahogados en lágrimas.
Había sido pura suerte o tal vez el destino el hecho de que Ronal saliera del “gray love ” en ese momento. Había quedado con su padre y trás eso decidió irse a su piso. Camino al mismo vió una línea de humo y se detuvo al ver su procedencia. No dudó en salir a ayudar a quienes estuvieran en peligro.
Se acercó a la puerta del piloto y sin demorar sacó a Aron, quien se le hizo familiar pero le restó importancia a esa corazonada. Lo apartó a una distancia prudente y se puso a revisar sus constantes vitales, creyendo haber salvado a quien había pasado el accidente.
— Señora...— susurró Aron en un hilo de voz, su respiración era en