REINA DE HIELO. CAPÍTULO 30. Un hombre desesperado
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 30. Un hombre desesperado
Viktor camina de un lado al otro como un león enjaulado. Tiene los micrófonos en la mano y los mira como si fueran serpientes venenosas. Después, sin decir nada, los aplasta, así sin más, entre los dedos, con rabia.
Ni siquiera me da tiempo a decirle que quizás se pueda rastrear la fuente receptora, pero teniendo en cuenta que seguramente Axel encontrará más en la oficina, estpy bastante segura de que podremos hacer algo con ellos.
—¿Y eso qué va a solucionar? —le digo, bajando la voz porque me duele la garganta—. ¿Te sientes mejor matando circuitos?
—No, pero necesito hacer algo. No puedo simplemente quedarme aquí mientras… ¡Maldición, no me molesta ser un blanco! ¡He sido un blanco desde que nací! Pero tú...
—¿Yo qué? —le interrumpo, pero al forma en que mira las marcas oscuras que empiezan a hacerse alrededor de mi cuello me lo dice todo.
Me mira, y por primera vez en días, no parece tener una respuesta lista.
—Dime algo —lo increp