CAPÍTULO 92. Una forma de detenerme
CAPÍTULO 92. Una forma de detenerme
Lo beso, me besa, y de alguna forma terminamos cerrando con seguro la puerta de mi oficina, porque Viggo no puede irse sin dejar claro que hay un castigo por ignorarlo y… aceptémoslo, sus castigos son mis favoritos.
Jadeo contra su pecho sin poder evitarlo y él cierra mis piernas con un movimiento fuerte, mordiéndose el labio inferior.
—No dejes que nada salga —me advierte con tono peligroso y no sé cómo espera que siga contrayendo un solo músculo después de que me pasara una bestia por encima.
—Eres malo —lo acuso.
—Así me quieres —se ríe y me besa antes de marcharse.
Le dije que sí, por supuesto, que veremos juntos la caída de Devon y de TradeLink, pero la verdad no esperaba que fuera tan pronto. Siendo realistas, en este mundo de mierd@ en que vivimos la justicia legal tarda años y las demandas acumulan polvo en los juzgados… excepto las que involucran dinero. Una mujer agredida puede pasar años para obtener un juicio, pero un hombre que comente