REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 43. Palabras
REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 43. Palabras
Traemos a Mildred de regreso a casa y siento una alegría infinita porque el doctor dice que quizás muy pronto pueda estar libre de todo esto.
El trayecto es tranquilo, y Alma no para de hablar sobre todo lo que hemos hecho mientras su madre estaba en el hospital. Su voz es una mezcla de emoción y alivio, como si quisiera ponerla al día con todo lo que no pudo contarle en esos días. Mildred me mira de reojo, con una sonrisa en los labios, y por un momento creo ver gratitud en su mirada cansada.
Se nota que aún está débil, pero su piel pálida contrasta con el brillo de sus ojos.
En la casa hay un enorme cartel de Bienvenida y mucha comida (que por supuesto encargamos en algunos de mis restaurantes favoritos) para que no tengan que hacer nada en los próximos días. Aunque por supuesto voy a estar viniendo a verlas.
—Gracias, Vero —me dice cuando llegamos y Christian la ayuda a acomodarse en el sillón con cuidado, como si fuera de cristal—. Sé que Alma