Capitulo 21.

—si lo soy y seré peor si no me declaras qué demonios has venido hacer aquí— le preguntó Gregory con molestia apretando más el brazo de Elizabeth, quien miraba para los lados, apurada, puesto que le urge salir de allí antes de que el veneno haga su efecto en León.

—te diré en cuanto salgamos de aquí— Gregory pudo ver su desesperación y con solo mirar sus ojos entendió que no debe detenerse en ese lugar. La hizo entrar en la camioneta y de camino a la casa de ella le volvió a preguntar lo mismo; Elizabeth sonrió con malicia.

—aún piensas que te lo diré dragón estúpido— le respondió con sorna. Y es que Gregory en realidad creyó que ella le expresaría lo que hizo dentro de esa cárcel.

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