6. ¡Quiero una nieta!
La villa Accardi brillaba esa tarde con las luces blancas encendidas desde la entrada principal hasta el último balcón. El jardín estaba adornado con arreglos de rosas blancas y doradas, y los invitados ya llenaban los pasillos mientras la orquesta tocaba discretamente de fondo, no habían escatimado en gastos para la ocasión.
Todo era grandioso, como correspondía a la celebración del cumpleaños número setenta de la matriarca, la temida y respetada "Nonna" Eleonore Accardi.
Giovanni llegó con el gesto serio, acompañado de Marcella, que parecía disfrutar de cada mirada de aprobación que recibía por ser “la esposa perfecta”. Él, en cambio, sentía que cada paso lo llevaba directo a un campo de batalla.
No quería fingir que su matrimonio era perfecto cuando estaban a las puertas del divorcio... Es más, ni siquiera sabía porque había aceptado llegar con ella si la abuela no la quería tanto.
—Giovanni, al fin llegas —la voz firme de la abuela lo interceptó apenas cruzó el salón princi