Capítulo 7. No es tu luna es la mía
Manada Lirio Plateado
La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo, todos los presentes miraban a Damon esperando su reacción, incluso su padre, quien estaba a la defensiva.
Las palabras de Damon cayeron como una bomba en el corazón de su padre, quien no podía creer que fuera a desafiarlo. Los dos se miraron fijamente durante unos segundos, en los que ninguno quería darse por vencido, hasta que finalmente el padre de Damon se cansó y suspiró.
—¿Quieres desafiarme a un duelo? —replicó acercándose peligrosamente a Damon—. No te estoy obligando a nada… ¡Solo te estoy diciendo que debes tomar otra luna! Ella será tu compañera y tú serás el alfa de esta manada. Ya no eres un niño y debes asumir tus responsabilidades.
Damon sabía que su padre tenía razón, pero no quería aceptarlo, no quería olvidar a Lucía y mucho menos sustituirla por otra. La sola idea de olvidarse de ella le causaba angustia, tendría que pensar en alguna forma de convencerlo de lo contrario.
Se quedó viend