C50- UN LOBO QUE NO ESCUCHA.
C50- UN LOBO QUE NO ESCUCHA.
DARIUS.
La cena en el salón principal del castillo estaba impecable, como siempre. Las luces de las antorchas iluminaban las paredes de piedra, y el aroma de la comida recién servida llenaba el aire. Los ancianos del consejo estaban sentados a mi alrededor, cada uno con su copa en mano, sus ojos atentos y sus rostros serios, como si la comida no fuera más que un trámite antes de llegar al verdadero propósito de la reunión.
Uno de los lobos ancianos, el más viejo, Eldric, carraspeó, atrayendo la atención de todos.
—Darius, ¿qué acciones piensas tomar con respecto a las muertes que han estado apareciendo en los límites de nuestro territorio?
Dejé mi copa con calma sobre la mesa, aunque por dentro sentía un ligero malestar. Las muertes recientes eran un problema que no podía ignorar, pero tampoco tenía todas las respuestas aún.
—Estamos investigando —respondí—. Podría tratarse de una bestia de los bosques. No sería la primera vez que una criatura de ese tipo