Mundo ficciónIniciar sesiónLa primera gota plateada tocó mi mejilla como una caricia helada, y supe que algo había cambiado en el orden fundamental del universo. El cielo nocturno lloraba lágrimas de luna líquida, cada gota brillando con una intensidad que me dolía contemplar directamente.
Mira levantó su rostro hacia la lluvia extraña, sus ojos reflejando la luz sobrenatural.
—¿Qué está pasando? —susurró, su voz apenas audible sobre el suave repiqueteo de las lágrimas celestiales contra el suelo.
No tuve tiempo de responder. La primera de esas gotas tocó la tierra donde había caído la sangre de Kieran, donde su cuerpo había yacido inmóvil apenas horas antes. El suelo se iluminó con una luz que pulsaba como un corazón, y algo imposible comenzó a suceder.
Los dedos emergieron primero, pálidos y perfectos, empujando a través de la tierra que no había tenido tiempo de endurecerse. Luego una mano completa, seguida de un brazo. Mi corazón se detuvo cuando reconocí las cicatrices familia







