Mundo ficciónIniciar sesiónDesperté en un mundo que olía a muerte y a polvo antiguo que había permanecido sellado durante siglos antes de ser liberado violentamente al aire fresco por primera vez en generaciones, con una luz tímida y grisácea filtrándose a través de las grietas enormes que ahora existían donde antes había estado el techo macizo del castillo, y mi cuerpo dolía con una intensidad que iba más allá de lo físico, más allá incluso de lo que podía ser explicado por las múltiples heridas que sabía que tenía cubriéndome de cabeza a pies como un mapa sangriento de batalla.
No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente ahí tirada como un cadáver más entre los escombros masivos. Podr







